sábado, 30 de agosto de 2008

El círculo vicioso

En los años que llevo como entrenador, muchísimas veces me he encontrado con el deportista desmotivado, desganado y, según él, fuera de forma. A partir de entonces, se niega a competir justificándose en ese supuesto bajo nivel. ¿Y qué ocurre normalmente? Pues que como no piensa competir en breve, continua sin entrenar y claro, su nivel cada vez va a peor y el círculo se agranda.


Cuántas veces he tenido que intentar reflotar una situación semejante. Al final, el deportista comienza a entrenar poco a poco, trato de realizar entrenamientos con grupos, distintos lugares de entrenamiento (evitar la monotonía), incluso a veces actividades diferentes. Cualquier cosa con tal que la persona no caiga en la apatía que lo llevaría al fondo del pozo al que se ve abocado.

Esta es nuestra gata Bruma, siempre en el fondo del pozo, pero a ella eso la hace más feliz del mundo

Pues bien, justo en medio del pozo estamos ahora mismo tanto Marisol como yo. Después del Ironman, nuestros objetivos se han esfumado, y a pesar que este septiembre se presenta con algunas competiciones más, ya hemos iniciado ese proceso de degradación física, en las que hemos ganado algún ‘kilillo’, en el que las rodadas parecen más bien caminatas, y en las que las salidas en bici, además de escasas, se asemejan más a las aventuras que aquellos que van lastrados con voluptuosas alforjas por medio mundo. A todo esto se ha unido que, como nuestra piscina habitual ha sido cerrada por mantenimiento, hemos ido a nadar dos días en todo el mes de agosto.


Es por eso que digo que estamos en mitad del pozo... y en caída libre. Y como veis, todo son excusas y excusas. La conclusión es que tampoco tenemos un objetivo claro.

Pues llega el momento de aplicarse el cuento. Como digo al principio, tendremos que cambiar nuestro planteamiento de final de temporada. O mejor dicho, hacernos algún planteamiento, y aunque no sea un entrenamiento demasiado específico para el triatlón, debemos tratar de motivarnos haciendo ejercicio, mejorar un poco nuestro precario nivel de forma actual, y encarar las próximas competiciones que se nos presentan, de la mejor forma mental posible.

Y tras el olímpico de Barcelona, el 5 de octubre, creo que estaremos obligados a hacer un buen parón, un mínimo de tres semanas para desconectar totalmente de todo. Espero que Marisol me siga y no me corrompa, o a la inversa, porque entre el uno y el otro, vaya par nos hemos juntado. ¿Será que nos conocemos demasiado?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bahhh parelleta ... ¿Y lo bién que os lo habeis pasado?
Que vacaciones !!!!

y aún con alguna prueba "pendiente" por aquí... y a descansar.

Qué màquina Marisol !!!

Carlos y Montse

Aleix dijo...

Be,veig k estem bastant igual.Coincideixo amb tu en l´estat d´anim i en el ritme d´entrenament.Pero tingues en compte k aixo tambe va molt be per regenerar i desconectar de la rutina d´entreno.I aixo tampoc es dolent!!!

Sergi Sierra dijo...

Sí Carlos, pero la gasolina del vehículo creo que se ha terminado. Esperemos que en las pruebas que nos faltan no tengamos que arrastrarnos más de lo esperado.

Aleix, si desconnectessim ara crec que encara ens aniria bé, però volem acabar la temporada i això porta encara fer algunes proves més amb el que suposa d'entrenament un pèl forçat. Però després sí que el descans serà absolut.

Gràcies per les vostres visites i comentaris.