Final de fiesta...

Por fin he terminado la temporada. ¡Y lo he hecho a lo grande! Con un olímpico. En mi ciudad. Y con un resultado que puedo dar como muy bueno: una 41ª posición con gente de nivel por delante. Creo que nunca había conseguido un puesto igual, con esa gente por ahí... Como recuerdo, me quedo con estando en bici en el grupo de Blanchart –que habían salido en la salida previa, y me hallaba allí sin problemas, algo que hace dos años hubiera sido impensable-.



Tras el esperpento de la salida (una hora y veinte minutos más tarde), tomé la salida en una salida 2 a no sé qué criterio. Creo que ese fue el único aspecto de la carrera que a la postre me limitó a estar más adelante si cabe. Tras el silbato, larga carrera hasta encontrarnos con las primera olas, entrada bastante fina y a nadar. Me sentí tranquilo ya desde el principio. Un grupo de unos diez nadadores, marcaron un ritmo demasiado fuerte y ya me descolgué de ellos desde el inicio, atrás mío, suponía que venían un grupo de nadadores del mismo nivel que yo, entre ellos mi amigo Freddy. Aún no cubierta la primera vuelta del circuito, comprobé que ya iba en aguas de nadie. Continué nadando a mi ritmo y reconozco que aún me dormí un poco en los laureles -¡lástima!-.



Marisol me indicó que iba el 11 y salí con un tiempo (contando la transición) de 23’, allí inicié el circuito ciclista donde vi que a cien metros tras de mí, iniciaba su segunda vuelta un buen grupo (el de Blanchart). Fui haciendo hasta que me alcanzaron y allí me agarré como pude.

El circuito llano, rápido, revirado y por tanto, peligroso. En estos circuitos, o estás muy fuerte y vas saltando de grupo en grupo, o es mejor dejarse llevar con el máximo cuidado posible para evitar caídas. Pues fue eso lo que hice.

La verdad es que comprendo a los ‘ciclistas’ cuando dicen que prefieren la larga por el tema del ‘drafting’. En el segmento de bici, sientes que lo único que puede ocurrir, es que una avería o caída pueda arruinarte por completo la carrera.



Transición larga y sin problemas, comenzamos a correr por el paseo en un circuito que creo que sería el mejor de la prueba. Personalmente, a mí me ha gustado esta parte de la competición.



Al final y tras lograr no despistarme con todo ese caos de vueltas, doblados, salidas distintas, distancias diferentes, logré alcanzar la meta sin error alguno que me hubiera comportado la descalificación. Un tiempo óptimo de 2h07’34” para una competición que pese a que la venden muy bien, creo que tiene muchos aspectos a mejorar.



Ahora voy a tratar de desconectar un poco del mundo triatlético, perder la buena forma con la que he llegado a final de temporada y dedicarme a cosas que quizás sean más provechosas que todo esto.