Y por fin, la mañana lució soleada. Ideal para debutar en un duatlón de montaña tras días, casi semanas de lluvias, frío y nieve. Viladecans. A tres kilómetros de casa.
Llegamos a boxes tras un calentamiento en bicicleta desde casa. Allá nos encontramos un montón de amigos. Algunos en la organización, otros de espectadores y más entre los participantes.
Los preparativos de siempre. Recuerdo en los inicios que era un constante de repasar todo el material por el miedo a no dejarte nada. Ahora, todo es un ritual.
Calentando, hablando, riendo... previo a una carrera sin tensión alguna. El sol ha decidido por fin darnos tregua. Una tregua sólo rota por el numeroso barro que encontraremos por el camino y que hará de la prueba un poco más... de montaña.
Primera carrera a pie, de 5km, por caminos anchos bajo los pies de la ermita de Sant Ramon y en las que en algún tramo, la pendiente nos obligaba a caminar a la mayoría de los participantes. Bajada fulgurante hasta boxes, donde nos esperaba un ‘bonito’ charco de agua antes de subirnos a la bici.
Comenzó el segundo tramo de 15km con una carretera previa al enlace del camino y poco a poco, según nos adentrábamos en el valle, esta comenzó a picar hacia arriba, con el barro succionando nuestras ruedas. Tras los 8 primeros kilómetros de subida, el resto de bajada en camino ancho y enfangado hasta terminar lanzándonos al interior de la riera de la que algunos nos encontramos alguna que otra trampa en forma de agujero de medio metro que nos hizo dar con el cuerpo en el interior del agua. Una broma pesada, pero todos salíamos de ahí con la sonrisa en la cara.
Un último tramo de carrera de puro terreno crosístico para terminar con un duatlón genial para todos. No sé porqué hay que poner duatlones complicados cuando, haciendo un circuito completo, puede ser accesible para todo el mundo y luego van a ganar los de siempre. Creo que vale mucho la pena participar en este duatlón. Ciclos Valbuena se ha volcado totalmente en él y en el participante. Prueba de ello, es el fantástico sorteo que se realizó al final, sin olvidarnos de la butifarrada de turno.
El año que viene nos volverán a tener por ahí de nuevo.
Felicidades a Ciclos Valbuena por esta iniciativa, y por su gran capacidad organizativa.
Llegamos a boxes tras un calentamiento en bicicleta desde casa. Allá nos encontramos un montón de amigos. Algunos en la organización, otros de espectadores y más entre los participantes.
Los preparativos de siempre. Recuerdo en los inicios que era un constante de repasar todo el material por el miedo a no dejarte nada. Ahora, todo es un ritual.
Calentando, hablando, riendo... previo a una carrera sin tensión alguna. El sol ha decidido por fin darnos tregua. Una tregua sólo rota por el numeroso barro que encontraremos por el camino y que hará de la prueba un poco más... de montaña.
Primera carrera a pie, de 5km, por caminos anchos bajo los pies de la ermita de Sant Ramon y en las que en algún tramo, la pendiente nos obligaba a caminar a la mayoría de los participantes. Bajada fulgurante hasta boxes, donde nos esperaba un ‘bonito’ charco de agua antes de subirnos a la bici.
Comenzó el segundo tramo de 15km con una carretera previa al enlace del camino y poco a poco, según nos adentrábamos en el valle, esta comenzó a picar hacia arriba, con el barro succionando nuestras ruedas. Tras los 8 primeros kilómetros de subida, el resto de bajada en camino ancho y enfangado hasta terminar lanzándonos al interior de la riera de la que algunos nos encontramos alguna que otra trampa en forma de agujero de medio metro que nos hizo dar con el cuerpo en el interior del agua. Una broma pesada, pero todos salíamos de ahí con la sonrisa en la cara.
Un último tramo de carrera de puro terreno crosístico para terminar con un duatlón genial para todos. No sé porqué hay que poner duatlones complicados cuando, haciendo un circuito completo, puede ser accesible para todo el mundo y luego van a ganar los de siempre. Creo que vale mucho la pena participar en este duatlón. Ciclos Valbuena se ha volcado totalmente en él y en el participante. Prueba de ello, es el fantástico sorteo que se realizó al final, sin olvidarnos de la butifarrada de turno.
El año que viene nos volverán a tener por ahí de nuevo.
Felicidades a Ciclos Valbuena por esta iniciativa, y por su gran capacidad organizativa.
Sergi acabando los primeros 5 km de carrera a pie...
Llegando a boxes después de los 15 km de btt
Yo super contenta de haber hecho mi primera carrera en bici por montaña
Con los amigos del Gavátriatló. Yo, Berri, Rober, Sonia, Ruben, Pablo y Sergi.
La representación del Sant Joan de las Abadessas: los emparejados con Eva y Laura.
Con Frank y Montse del Triatló Cariñena.
5 comentarios:
Que bien se os ve con esas bicis nuevas !!Esperaba vuestra conica chicos!
a ver si nos vemos ya ! saludos!
Que bien volverte a ver!
1saludo y buena carrera
Felicidades por ese ansiado debut!!! Me alegro que disfrutarais!!! Nos vemos!!!
Óscar, qué tenías que hacer tú en Sitges. Tu sitio estaba en Viladecans...
Roy, pues ya hacía tiempo que no nos veíamos. Poco a poco, nos iremos viendo más seguido de nuevo.
Richard, gracias a vosotros por la organización, y gracias por tener la deferencia de quitarnos la molesta lluvia.
Saludos a todos.
¡Eh!, ¡vaya bonito día os hizo!, ¡ni una nube!!. Eso sí, vaya charcazos jeje
Enhorabuena a los dos por ese cros-debut :-) y que sea la primera de muchas!
Besicos!
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