viernes, 22 de febrero de 2008

Yo no quería... me han empujado

Creo que con la edad me estoy haciendo más despreocupado. Os cuento... en otra época, el entrenar de cara a un objetivo en concreto se transformaba en una completa obsesión para la consecución del mismo. Entrenamientos, descansos, competiciones previas, etc. Todo siguiendo aquello que dice la teoría que debe hacerse y evitando todo aquello que según la misma, es contraproducente.

Todo este prólogo viene a que, estando a una semana vista para el maratón, hallándome ‘de Rodríguez’ (Marisol está en Milán hasta el miércoles) y el hecho que Viñeta me ha preguntado si podría salir en el duatlón de Igualada. Tras pensármelo un poco, finalmente he aceptado pensando que no sé si será lo mejor de cara a realizar unos buenos 42km la semana que viene.



Soy consciente que será imposible realizar marca en Barcelona, y puesto que los entrenamientos más imprescindibles ya están hechos, me he liado la manta a la cabeza y, hacia Igualada. Si soy sincero, tengo muchas ganas de competir en du’s o tri’s, y basta un ligero empujoncillo para que me lance de cabeza. El planteamiento será el disfrutar la prueba y evitar cualquier posible problema sobre la bici.

De todos modos, sigo con los entrenos previstos: hoy he realizado mis últimas series (20x500m. bajo umbral saliendo cada 2’30”) sobre terreno irregular y blando (en el camino de La Sentiu), y mañana me tiraré a la carretera durante 1h45’, rodando a un ritmo suave-medio, pensando ir después a la piscina a relajarme un poco.

El domingo, sustituiré la rodada de bici que tenía prevista para el domingo por el duatlón, procurando salir después un rato más para tratar de realizar el tiempo previsto (que tampoco era mucho).

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